Me lo pasaba tan bien que no parecía que hubiera estado un mes allí. Y las despedidas no eran tan malas, porque era pequeña y no me daba cuenta de que iba a echar de menos ese mes en mi pueblo.
Ahora tengo 14 años y voy casi todo el verano y durante el año voy algunos fines de semana.
El verano en sí me encanta, es perfecto, pero lo que más me gusta de el es que estoy en mi pueblo pasándomelo muy bien.
Allí tengo muchos amigos y cada dos por tres estamos haciendo fiestas.
Me levanto tarde, ayudo a algunas cosas a mis abuelos, como, me voy a la piscina, me voy al polideportivo, voy para mi casa, me ducho, me arreglo y... ¡a la calle otra vez!
Así son mis días, sumándoles días que mis amigos y yo vamos a los pueblos de al lado, días que hay algunas fiestas, días que vamos a ver pelis o los días que son la feria.
Para mi la mejor fiesta de mi pueblo es la feria. Son cuatro o cinco días enteros de fiestas. Esos días todos los vivimos intensamente, disfrutando todo lo que podamos... pero como todo, también se acaba, y cuando se acaba empiezas a darte cuenta que el verano se está acabando y que otra vez tendrás que esperar un año para volver a vivir todos esos momentos que sabes que cada año serán mejores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario